Un esfuerzo integral para la prevención de embarazos en adolescentes en El Salvador

Un esfuerzo  integral para la prevención de embarazos en adolescentes en El Salvador

Antonio Hernández MD MSP
Red de Sistemas y Políticas de Salud de ALAMES
Grupo de Trabajo Salud Internacional y Soberanía Sanitaria de CLACSO
Movimiento por la Salud Dr. Salvador Allende/ALAMES El Salvador


El embarazo en adolescente es un problema alrededor del mundo. Actualmente cerca del 11% de todos los nacimientos en el mundo son en adolescentes de 15-19 años. Más del 95% de ellos ocurren en países de renta media y baja[1] y se mantiene como uno de los mayores contribuyentes a la mortalidad materna e infantil y la perpetuidad de la pobreza, exclusión y discriminación.

Para el caso de El Salvador, el Ministerio de Salud reportó 21,477 embarazos de niñas, adolescentes y jóvenes entre los 10 y los 19 años (30 % del total de embarazos) en 2016[2]. A esto se suma el problema del matrimonio infantil y la violencia de género que involucra, la pérdida de las oportunidades de desarrollo y la disminución de la escolaridad en niñas y adolescentes. Es decir, el problema del embarazo en adolescentes es un problema de género, multicausal, complejo y estructural.

Este tipo de problemas complejos requieren análisis y respuestas que no sean simplistas, sino por el contrario que impulsen iniciativas serias. Es así como, en El Salvador, se lanzó la Estrategia Nacional Intersectorial de Prevención de Embarazos en Niñas y Adolescentes (ENIPENA), el cual es un esfuerzo que intenta superar el enfoque funcionalista y reduccionista con el que se ha estado dando respuesta por mucho tiempo a este problema desde la óptica de la salud pública tradicional.

La ENIPENA se basa en 3 enfoques que los  expone a lo largo del desarrollo de la estrategia, los cuales son: La Determinación Social de la Salud (DSS), enfoque de género y Derechos Humanos[3].
El aporte principal que da el enfoque de la DSS es dejar al descubierto el problema del embarazo en niñas y adolescentes como el  producto del metabolismo sociedad naturaleza que se expresa en la exclusión de la clase social más pobre; así también le da impulso al enfoque de género para fortalecer la lucha en contra el sistema hegemónico patriarcal que sigue imponiendo relaciones de poder desiguales entre hombres y mujeres.

De igual manera, el enfoque de Derechos Humanos brinda todo el andamiaje legal necesarios para alcanzar el desarrollo humano partiendo del reconocimiento de la igualdad de derechos tanto durante la niñez como en la adolescencia.

La estrategia estaría incompleta sino incluyera dentro de uno de sus ejes la protección especial, acceso a la justicia y la restitución de los derechos a las niñas y adolescentes en condición de unión, embarazo o de violencia sexual con la debida diligencia judicial en contra de los victimarios quienes históricamente han sido invisibilizados en toda política pública.

Para terminar, la ENIPENA afronta los retos de toda estrategia y política pública en El Salvador: La dificultad de calibrar a todas las instituciones ejecutoras al mismo nivel de compromiso, el asignar proporcional y eficientemente recursos humanos y materiales para su cumplimiento y el mantener el monitoreo y la rendición de cuentas de manera constante y oportuna para el acompañamiento de la sociedad durante los 10 años que durará la estrategia.



[1]World Health Organization. Adolescent pregnancy. Geneve: WHO; 2014. Factsheet.  [Cited 2017 December, 7].  Available from: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs364/en/
[2] Ministerio de Salud. SIMMOW [Base de datos en línea]. San Salvador.
[3] Gobierno de El Salvador. Estrategia Nacional Intersectorial de Prevención  del Embarazo en Niñas y Adolescentes 2017-2017. San Salvador: Gabinete Social y de Inclusión; 2017.

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