La resistencia antimicrobiana: La más grande amenaza sanitaria latente. Creencias y hechos.

La resistencia antimicrobiana: La más grande amenaza sanitaria latente. Creencias y hechos.

Antonio Hernández MD MSP
Red de Sistemas y Políticas de Salud de ALAMES
Grupo de Trabajo Salud Internacional y Soberanía Sanitaria de CLACSO
Movimiento por la Salud Dr. Salvador Allende/ALAMES El Salvador




A casi un siglo del descubrimiento de la penicilina como primer antibiótico y el desarrollo de nuevas tecnologías, la resistencia antimicrobiana se ha convertido en un problema que cada día empeora más con cepas de bacterias  resistentes a muchos antibióticos.
Actualmente, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la resistencia antimicrobiana se constituye en el sexto problema de salud pública en el mundo y se ha proyectado que para el año de 2050 sea la principal causa de muerte[1]. Esta amenaza está condicionada por el hecho de que la investigación de nuevos antibióticos es casi nula mientras que los intereses mercantiles del complejo farmacéutico industrial se han centrado en producir medicamentos para el tratamiento de enfermedades crónicas por su rentabilidad a largo plazo.
A esto se suma el uso indiscriminado de antibióticos en la agroindustria que se usan para alimentar ganado y cultivos que generan bacterias resistentes en su interior y que posteriormente se consumen infectando al ser humano.
Es por eso que durante la semana mundial de concientización sobre el uso adecuado de los antibióticos es el momento propicio para desmentir las creencias[2] sobre el uso de los antibióticos:
  1. Los antibióticos sirven para curar cualquier enfermedad. El uso inadecuado de los antibióticos descansa sobre la creencia que se pueden utilizar para cualquier uso terapéutico: Como remedio para la tos, para el dolor, la constipación, entre otros. Sin embargo, los antibióticos sólo sirven para eliminar a las bacterias que son sensibles específicamente a ellos.
  2. Los antibióticos no tienen efectos secundarios. Desde sordera hasta problemas hepáticos y renales, los antibióticos tienen muchos efectos secundarios que deben de servir como principio precautorio de consumo sólo bajo prescripción del facultativo.
  3. Entre más caros, mejor. El mercantilismo del complejo farmacéutico industrial y sus campañas de marketing dirigidas a médicos y pacientes crean la falsa concepción que el medicamento más caro es el mejor. No hay que olvidar que el ánimo de lucro hace que estas empresas transnacionales vendan el último producto como la mayor novedad; aunque en la realidad, ni son innovadores, ni tienen mayores ventajas que los medicamentos genéricos o los antibióticos de primer escoge.
  4. El mejor antibiótico es el que elimina más bacterias. Los antibióticos de amplio espectro barren con bacterias de la flora normal del organismo complicando el estado general de la persona y prologando el período de enfermedad.
  5. Se pueden usar los que sobraron en ocasiones anteriores. Cada episodio de enfermedad es distinto al anterior, por lo cual no se pueden utilizar antibióticos prescritos para una enfermedad pasada para otro episodio nuevo.
  6. La resistencia a los antibióticos ocurre cuando el cuerpo se vuelve resistente a los antibióticos. Realmente lo que sucede es que son los microorganismos los que se vuelven resistentes, ya que son el blanco de los antibióticos. El cuerpo humano no desarrolla ningún tipo de resistencia.
  7. La resistencia antimicrobiana es un problema para las personas que toman antibióticos. El problema es para todos y todas. La creación de superbacterias a través de la mutación y uso de esquemas incompletos de antibióticos poco a poco limitan la capacidad de controlar infecciones por medio de los medicamentos disponibles.
Si la tendencia continúa en el año 2050 se podría estar enfrentando a nuevas pandemias de proporciones incalculables provocadas por superbacterias resistentes a todo antibiótico, similares a las que enfrentó con la Peste Negra y la Gripe Española, entre otras.
Por lo anterior, el llamado es a mantener un uso apropiado de los antibióticos,  regresar a la agricultura orgánica y  evitar el consumo de carnes de animales alimentados con antimicrobianos. Pero sobretodo, el llamado es a movilizarse en contra de estas empresas de muerte que trafican y negocian con la salud de la humanidad y que, en su afán de acumulación, exponen al mundo a la amenaza sanitaria más grande de su historia.



[1] React Latinoamérica. Cuidar los antibióticos por nuestra salud y la de la Madre Tierra. Ecuador. [Internet] [Consultado 6 de Noviembre 2017]  Disponible en: http://www.us12.campaign-archive.com/?u=0b670ff48e050c1de20b69869&id=5814e1db9d
[2] OPS. 7 Mitos sobre el uso de los antibióticos. Ginebra. [Internet] [Consultado 6 de Noviembre 2017] Disponible en: http://paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=13868&itemid=42468&lang=es

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