Reflexiones sobre el Foro Social de las Américas




Reflexiones sobre el Foro Social de las Américas



El 3er. Foro Social de las Américas (FSA) se realizó en un continente que vive hoy un doble desafío: Ampliar y consolidar el camino de los cambios políticos, económicos y sociales que se han abierto en los últimos años, y hacer frente a la persistencia de formas de dominación que buscan permanecer, profundizarse, que tratan de recuperar terreno y de bloquear esa corriente transformadora.



El 3er. FSA permitió el espacio para que los pueblos mesoamericanos que han vivido luchas heroicas a lo largo de su historia pasada y reciente, pudieran expresar su solidaridad, conocer mejor las experiencias (en algunos casos dolorosas) de otros países que se han enfrentado, a la guerra, la destrucción y al miedo originados por el desenfreno del gran capital.



Una parte medular del foro se desarrolló en torno a la salud tratando los siguientes aspectos:
1. La Atención Primaria de Salud en las Américas.
2. La Salud y el Medio Ambiente
3. Los Tratados de Libre Comercio y la Soberanía Alimentaria.
4. Diversidad e Interculturalidad en Salud.
En esta ocasión se ampliará sobre el primer tema.



La Atención Primaria de Salud en las Américas



La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió a la Atención Primaria en Salud (APS) como la asistencia esencial basada en método y tecnologías prácticas, científicamente fundamentadas y socialmente aceptables, puestas al alcance de todos los individuos y las familias, así como de la comunidad, mediante plena participación y a un costo que la comunidad y el país pueda soportar.



Además la APS debe ser interpretada en el contexto de los siguientes elementos:
-La APS forma parte integral tanto del sistema nacional de salud como del desarrollo social y económico.
-Es llevada lo más cerca posible al lugar donde vive y trabaja la gente.
-Concibe la salud como un derecho humano.
-Debe enfrentarse a los determinantes sociales y políticos de la salud, convirtiéndose así en el eje de desarrollo del sistema de salud.



Ante estos elementos, ¿Qué ha sucedido con la meta “salud para todos en el año 2000” propuesto en Alma Ata hace 30 años? Aun después del año 2000 se encuentra la persistencia de las desigualdades en salud, nuevos desafíos epidemiológicos y sociales a la salud, la necesidad de mejorar los sistemas de salud y saldar la deuda sanitaria pendiente.



En medio de la concepción económica de la salud que los Objetivos del Milenio plantean, el enfoque de la APS, como lo demuestra la evidencia global, sigue siendo el más adecuado y costo efectivo para mejorar la salud de la población.



Es así como la APS debe de revitalizarse no de una forma cosmética sino de manera profunda, no como un elemento aislado de un sistema sino como un nuevo sistema para la vida, tomando sus bases, principios y elementos primarios, entre los que se pueden citar:
-La Salud como un Derecho.
-La garantía del acceso a la atención apropiada.
-Acceso Universal.
-Lo preventivo, promocional, curativo y rehabilitado como un continuo.
-La continuidad e integralidad de la atención.
-Enfoque territorial: Lo individual, lo familiar y lo comunitario/ambiental.
-Organización de los servicios por niveles y escalones de complejidad.
-Primer contacto integral.
-Recursos humanos adecuados, tanto profesionales como comunitarios.
-La interculturalidad, género y la integralidad.
-La participación social.



Es un hecho que la APS ha tenido una diversidad de interpretaciones a lo largo del tiempo, surgiendo distorsiones como la APS selectiva (que no es mas que el brazo neoliberal sanitario) y otras distorsiones más del concepto original.



Otras barreras, factores y limitantes como la visión fragmentada de los conceptos salud y desarrollo, las reformas de salud que han dividido a la población, la segmentación del sector publico y privado, la ausencia de compromisos políticos, la participación comunitaria limitada sumado a la falta de sostenibilidad financiera y la escaza cobertura poblacional marcan un reto para la APS en este nuevo siglo.



Por lo anterior, se debe de retomar el espíritu original de la APS, tomando en cuenta su construcción histórica y reconociendo a la salud como derecho y política de estado. Asimismo debe de fortalecerse y reconocerse las experiencias de la APS existentes, destacando entre ellos los modelos de atención holística, integrales e integrantes tanto en lo biológico, mental, moral y espiritual.



Ante estos nuevos retos, se debe de renovar los planteamientos de la APS vinculándolos con los Objetivos de Desarrollo del Milenio con el compromiso del Estado en la transferencia e implementación de una tecnología asociada.



Por último, el financiamiento de la APS debe de hacerse con equidad y respeto a la naturaleza, en el que se procure el acceso universal y se construya la autodeterminación como pilar fundamental de la misma.

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